En Ansermanuevo, un agricultor se convirtió en un defensor del medio ambiente y ahora es ejemplo en su territorio. Historias de conservación que logró ARA.
En Ansermanuevo, Valle, a 30 kilómetros de su cabecera municipal, se encuentra el predio La Rivera, propiedad de don Francisco Rivera.
Es un hombre robusto, de muy buenas maneras, quien en compañía de su esposa Blanca Ruth se destaca en la región por ser uno de los productores más comprometidos con el ambiente.
Pachito, como se le conoce en la vereda El Diamante, donde vive, es todo un ejemplo de liderazgo.
Todo gracias a la exitosa campaña por el orgullo de la subcuenca Quebrada Toro, implementada por la CVC y la ONG Rare Conservation.
Se trata de una estrategia que prioriza el esquema de pago por servicios ambientales.
También, la mercadotecnia social para acelerar los procesos de participación comunitaria.
Esta apuesta hizo que “Pachito” se convirtiera en todo un defensor del ambiente y los recursos naturales, en especial del agua.
Era uno de los más incrédulos frente al apoyo de las entidades para liderar procesos integrales.
Sin embargo, los resultados redundaron en beneficio de la naturaleza y, por supuesto, de sus condiciones de vida.
La ingeniera ambiental de la CVC, Claribel Torres Giraldo, coordinadora de la campaña reconoce que “éste es el resultado de todo lo que se ha dado en la cuenca, de mostrar que sí se pueden hacer las cosas bien, que somos responsables con lo que nos comprometemos y la idea es que todos nos colaboremos y que demostremos que sí se pueden hacer las cosas y que hay confianza y que hay una reciprocidad en todo este proceso”.
Hoy, “Pachito”, el defensor del ambiente en Ansermanuevo, le sigue apostando a una mejor manera a la protección del preciado líquido.
Lo hace de la mano de la CVC. Gracias a su esfuerzo, hace poco compró otro predio, donde ya se están implementando aislamientos de protección y otras herramientas de manejo del paisaje.
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